Escrito por: Tito Vivali
Tiempo de lectura aproximado: 4'
Si algo se aprende de los desastres es que no existe nada completamente seguro, que todo puede cambiar en un solo instante y que una parte importante de las consecuencias del desastre pueden agravarse o minimizarse a través de todo el conjunto de decisiones preventivas y preparativas que tomamos o no con antelación. Hoy te traigo cinco consejos estratégicos para que no te pierdas ¿Quieres conocerlos?
Las consecuencias de ciertos desastres pueden poner en riesgo nuestra seguridad, la de nuestra familia y fácilmente pueden trasladarnos a una situación de supervivencia en poco tiempo donde podríamos vernos privados de necesidades básicas que pondrían en riesgo nuestras vidas de no satisfacerlas con urgencia.
El mayor beneficio del prepping radica en la posibilidad de tener siempre una alternativa válida, prevista, estudiada y comprobada para superar situaciones de emergencia y evitar convertirnos, en la medida de lo posible, en una víctima más del desastre.
Hace tiempo establecí estas cinco reglas como estrategia para evitar cometer errores. No las verás en ningún otro sitio porque son muy personales y es la primera vez que las comparto. Las llamo las 5 reglas de oro porque son la base sobre la que fundamento cualquier estrategia o acción de prepping y son las siguientes:
"Ten siempre una alternativa y planifica la redundancia"
- Ten siempre un plan B. Si un suceso impacta sobre tu modo de vida y lo altera necesitarás otra estrategia y otros medios específicos para alcanzar tus objetivos. Piensa en la finalidad que persigues, en una alternativa y pon medios para responder a un suceso antes de que ocurra.
- Elabora un plan familiar de autoprotección y emergencias que contemple estrategias, acciones de respuesta, mapas, rutas de evacuación, puntos de reunión, los medios necesarios para alcanzar objetivos en diferentes situaciones y que involucre a las personas que quieres proteger.
"Evita que lo importante se vuelva urgente"
- Si te previenes y preparas con antelación, puedes evitar que una emergencia pase a ser una cuestión de supervivencia. Ser capaz de satisfacer tus necesidades fisiológicas o de seguridad cuando se manifiesta una perturbación del orden o la paz en el entorno donde te encuentras, se vuelve una capacidad básica.
- Si pierdes el acceso a suministros, a tu vivienda o a la seguridad durante una emergencia en donde la ayuda o la seguridad no están inmediatamente disponibles agradecerás el haberte preparado antes.
"Mete más peso en tu cabeza que en la mochila"
- ¡Enhorabuena! Tienes equipo y suministros en tu almacén y tu mochila para sobrevivir a un apocalipsis pero tengo una mala noticia: Tienes que evacuar y no te ha dado tiempo a coger nada. No te equivoques, los suministros almacenados son un medio, no un fin. El equipamiento y los suministros están bien, pero si careces de habilidades y de experiencia no te van a salvar por si solos en una situación de emergencia. Me indigna ver a comerciantes que venden mochilas de emergencia hasta arriba de cualquier cosa que puedan venderte y a personas que ponen su seguridad en la acumulación de suministros y objetos inútiles ¡No caigas en eso!
- Ten siempre en cuenta las prioridades de supervivencia y piensa a largo plazo pero orienta tu mayor fuerza en estrategias de autoabastecimiento que en gastos para almacenamiento.
- Date el gusto de aprender nuevas habilidades y adquiere nuevas competencias. La capacidad de crecer, de aportar y de colaborar aumenta tus probabilidades de supervivencia, tu confianza en una situación de emergencia y, por qué no, también tu felicidad.
"Divide y vencerás"
- No pongas todos los huevos en la misma cesta. Si algo sale mal puedes perder la cesta y todos tus recursos.
- Dependes de tus ingresos económicos. Intenta tener y crear varias fuentes de ingresos. Tanto lineales como residuales (en otro artículo profundizaré más sobre esto).
- Segmenta tus recursos en lotes y sepáralos en distintos lugares. Nunca acumules todos tus recursos en el mismo lote. Empieza dividiendolos al 50/50, para la casa y para el coche por ejemplo, y configúralos acorde a la estrategia, el entorno y los medios.
- Nunca lleves encima más del 2% de tus ingresos mensuales. El 2% es lo que habitualmente empleamos para los gastos comunes de un día completo de media.
"Practica la recurrencia"
- Mantén tu forma física y cuida tu cuerpo porque lo puedes necesitar. Haz al menos 30 minutos de ejercicio diario.
- Realiza simulacros periódicamente y comprueba la efectividad de tu plan para emergencias, la de los recursos para alcanzar los objetivos de supervivencia y mide la capacidad de respuesta de tu grupo o tu unidad familiar. Trabaja y corrige debilidades para aumentar tus capacidades de respuesta y supervivencia ante una emergencia.
- Revisa los suministros y recursos de emergencia almacenados periódicamente. Al menos cada seis meses renueva el agua y realiza un control sobre los productos caducos y el estado de los medios electrónicos.
TIP: Cuidado con tu nivel de alerta, el pánico también es un riesgo
¿Aprendiste algo? Me gustaría leer tus comentarios...